El polen de abeja es el polvo que las abejas recogen de las flores y transportan en sus patas de vuelta a la colmena para alimentar a la colonia. Ese polvo está formado por gránulos que contienen los gametos o células reproductivas masculinas de las plantas.
Contiene 25% de proteína, es bajo en grasa y sodio. Es fuente de ácido fólico, riboflavina, tiamina, niacina, pridoxina, que son todas vitaminas del complejo B. También aporta vitamina D, E, K, A, inositol y colina. Y entre los minerales que contiene están el fósforo, calcio, potasio, yodo, zinc, cobre, magnesio y selenio.
Es una excelente fuente de proteína vegetariana, ya que contiene más amino ácidos que los presentes en la leche, queso, carne y huevos.